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Ebook: Políticas antigénero en América LatinaLas políticas públicas encaminadas a consolidar una sociedad de derechos se encuentran “en el limbo”, advierten las investigadoras Gloria Careaga y Luz Elena Aranda.

El Observatorio de Sexualidad y Política publica el resultado del Proyecto Género y Política en América Latina.

Los logros en materia de derechos humanos, conseguidos a lo largo de años de lucha, están en riesgo debido al surgimiento de políticas antigénero, las cuales avanzan de manera sistemática y transnacional desde 2013 con el impulso de sectores de poder como son: las iglesias, (principalmente la Católica y la Evangélica), políticos y empresarios.

Ésa es la advertencia que lanza el Observatorio de Sexualidad y Política (SPW) tras impulsar el Proyecto Género y Política en América Latina, cuyo fin fue analizar la situación en nueve países de la región.

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La colección de estudios de caso nacionales de: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Paraguay, y Uruguay, junto con un análisis y un artículo adicionales, se publicó este febrero de 2020 y está disponible en e-book para descarga libre.

En septiembre de 2019, el proyecto ya había difundido una serie de ocho videos con los datos preliminares y, en 2018, la traducción de “¡Habemus Género!”, selección de tres artículos de fondo y cinco comentarios enfocados en el origen y efecto de las políticas antigénero, bajo la edición de Sara Bracke y David Paternotte.

El concepto “ideología de género” es descrito por el investigador argentino Maximiliano Campana como una herramienta, un “arma”, que están utilizando los grupos conservadores religiosos para disputar todos los avances que se dieron en materia de derechos sexuales y reproductivos a nivel mundial en las últimas décadas, para restablecer los principios tradicionales: la familia y el rol de la mujer en ella.

Clyde Soto, de Paraguay, sostiene que la “ideología de género” surge del propio Vaticano, quien establece el término “género” como únicamente la relación hombre-mujer, ya que cualquier otra idea contraria es considerada “enemiga” o perversa. Para sostenerlo, advierte, se apela a los “temores más profundos de la humanidad” como puede ser la posibilidad de que las mentes de los menores sean corrompidas.

El chileno José Manuel Morán considera que la “ideología de género” pasó de ser un concepto utilizado en 1990 por intelectuales católicos a una estrategia en la que el laicismo juega un papel ambiguo, ya que quienes gobiernan promueven agendas políticas abiertamente influenciadas por sus iglesias. Por ejemplo, en Colombia, donde los grupos evangélicos se han convertido en un actor político al conformar nuevos partidos, según relata el investigador Franklyn Gil Hernández. De esta forma, la estrategia ya no es sólo católica, sino ecuménica, agrega Sonia Correa, de Brasil.

México no se queda atrás. En el estudio sobre el país: “Género y sexualidad en el centro del huracán”, de Gloria Careaga Pérez, maestra en psicología social por la Universidad Autónoma de México e integrante activa de movimientos feministas y LGBTI, y de Luz Elena Aranda, activista feminista bisexual con estudios en Etnología y Literatura Dramática y Teatro se analizan los avances conseguidos en materia de derechos humanos y libertad sexual para feministas y miembros de la comunidad LGBTTI, pero también los retos.

Se reconoce la importancia de programas de anticoncepción, la lucha por la despenalización del aborto (que sólo se ha conseguido en la Ciudad de México y Oaxaca), el matrimonio igualitario, reconocido en 19 de las 32 entidades y la Ley de Identidad de Género vigente en nueve estados.

Sin embargo, el incremento en el número de personas desaparecidas a manos de redes delincuenciales, la persistencia del problema de violencia de género (a pesar de las alertas emitidas en más de la mitad del país ante el número de feminicidios), los crímenes de odio contra personas LGBTTI, y la poca o nula respuesta de las autoridades, dejan ver que  todavía falta mucho por hacer en materia de derechos humanos en el país.

Careaga y Aranda analizan la ambigüedad del actual gobierno para avanzar en estos temas relevantes, cuando las iglesias han encontrado espacios para influir en la agenda política propagando “su visión moral” que impacta negativamente en el “goce de los derechos humanos y libertades de las personas y, en particular, de las mujeres y las personas LGBTTI”.

Recursos públicos se destinan, a través de gobernadores y alcaldes, para apoyar campañas de la Iglesia y organizaciones civiles que defienden el concepto tradicional de familia, la vida desde la concepción; que rechazan la educación sexual, el aborto.

Gloria Careaga aclara que el término “ideología de género” aún no es común en México, pero alerta sobre el giro que la administración de Andrés Manuel López Obrador ha dado al impulsar una moral cristiana en la cual la ideología de izquierda “se torna nebulosa”; donde no hay proyectos o iniciativas transformadoras hacia una sociedad de derechos que sí existieron en 1997 con Cuauhtémoc Cárdenas e, incluso, en 2006 con Marcelo Ebrard al frente del entonces Distrito Federal.

La situación se complica con la irrupción de grupos evangélicos politizados, como los pentecostales, que en el año 2014 consiguieron su registro a través de la creación del Partido Encuentro Social (PES), cuya ideología se basa en “posturas ultra-conservadoras en relación a la familia y restrictivas de las libertades sociales, eso sí, abiertas al neoliberalismo y a la sociedad de consumo. Tras su alianza con López Obrador en 2018, el PES obtuvo 30 espacios en la Cámara de Diputados y cinco en la  Cámara de Senadores, los suficientes para impulsar su agenda legislativa.

Adicionalmente, Careaga recuerda que López Obrador declaró que tenía un grupo de asesores con empresarios que apoyan financieramente a las fuerzas conservadoras. Esa contradicción, enfatiza, aunada a la falta de políticas públicas y planes de gobierno bien establecidos, obliga a contar con una mejor documentación para develar “qué está pasando, cuáles son los recursos que están a favor o en contra”. La información puede servir a simpatizantes, feministas o miembros de la comunidad LGBTTI para establecen alianzas y resistencias, encaminadas a diseñar estrategias conjuntas que ayuden a continuar el cambio cultural hacia una sociedad más inclusiva, más democrática.

“La situación no está fácil, no hay una reversión, pero avanzar será muy difícil”, vislumbra Careaga.

Por esto y más la lectura y análisis del Proyecto Género y Política en América Latina y “Género y sexualidad en el centro del huracán” es obligado para comprender y vislumbrar el panorama en materia de derechos humanos.

 

Miriam Estrada
Periodista
@miriestra

Acerca del autor

El Centro de Formación en Periodismo Digital (CFPD) es una entidad académica del Sistema de Universidad Virtual (SUV), de la Universidad de Guadalajara (UDG), la segunda institución educativa de carácter público más importante de México.